Flora
La Península Valdés alberga más de 300 especies de plantas que comparten el fantástico escenario de la amplia
estepa, costas caprichosas y un profundo mar azul.
Aquí, exponemos algunas de ellas.
Quilimbay
(Chuquiraga avellanedae)
Es un arbusto mediano. Es endémico de la Provincia del Chubut. Cuenta con propiedades medicinales, sus brotes se utilizaban en medicina popular para el alivio en vías respiratorias. Forma poblaciones extensas que en estado de floración se las observa como lenguas anaranjadas cubriendo laderas de cañadones.
Piquillin
(Condalia microphylla)
Arbusto de 0,5 a 2 m de altura, de ramas espinosas. Se extiende desde el sur de la provincia de Salta hasta la Península Valdés (Chubut). En Patagonia se distribuye en el norte y este de Río Negro y en el extremo noreste de Chubut. Cuenta con propiedades comestibles ya que posee un fruto dulce muy sabroso y de la corteza de la raíz se extrae un tinte marrón rojizo que se utiliza para teñir lana. Es el colorante más usado en la elaboración de artesanías de telar.
Molle
(Condalia microphylla)
Es un arbusto de 1,5 m. de altura de ramas grisáceas que terminan en espinas con hojas de puntas redondeadas. Las flores se agrupan en falsos racimos y los frutos son pequeños, redondos y de color rojo. Posee una fragancia característica por lo cual debe el nombre quechua molle que significa “árbol oloroso”. Todavía hoy su leña es muy apreciada por su lenta combustión y su rico aroma.
Botón de Oro
(Grindelia chiloensis)
Llega a medir 80 cm de alto y posee gran cantidad de hojas alargadas, onduladas y con filo aserrado. Sus flores son de color amarillo intenso y es común encontrar sólo los centros sin pétalos con una sustancia blanca y pegajosa. El fruto es seco y pequeño. Es endémica de Argentina y habita toda la Patagonia. Es buena colonizadora y abunda en áreas perturbadas, como al margen de caminos.
Coirón Duro
(Pappostipa speciosa)
Esta es la hierba característica y simbólica de la Estepa Patagónica. Es un pasto perenne que forma matas con aspecto de “llama” y tiene una altura de hasta 60 cm. Tiene hojas duras, punzantes y de color amarillas. Sus flores son pequeñas y sus frutos plumosos. Crece junto al “Coirón Poa” al que reemplaza con el pastoreo.
Neneo
(Mulinum spinosum)
Este arbusto, de hasta 1,5 m de altura por 3 m de diámetro, forma matorrales globosos, redondos, espinosos y enmarañados, de color verde claro. Sus hojas están divididas en tres partes con forma de espinas y varían de un color verde a un amarillo pálido según la época del año siendo tiernas en primavera y en verano se vuelven duras y punzantes. Las flores son amarillo verdosas y nacen en racimos desde un mismo punto(umbela).
Flora Marina
La palabra Alga proviene del latín, y significa “Yuyo de mar”, son organismos fotosintéticos con clorofila, esenciales en la naturaleza: Se conocen unas 50.000 especies y constituyen un tercio de la biomasa de vegetales del planeta.
Se clasifican en 11 grupos, aunque los expertos destacan cuatro:
Rodofíceas (algas rojas): Es el grupo más variado, con unas 4.000 especies repartidas por todo el mundo. Los ficocoloides (unas sustancias exclusivas de estos vegetales) como el agar y los carragenatos son los principales productos de interés industrial en estas algas
Cianofíceas (algas verde-azuladas): Destaca la “Spirulina” por su uso biotecnológico y como alimento, por su alto contenido en proteínas (hasta el 70% del peso seco)
Feofíceas (algas pardas): Propias de aguas frías y del Mar de los Sargazos, forman auténticas praderas submarinas como las de “Laminaria” en el Atlántico o “Macrocystis” en el Pacífico. Muchas de ellas son utilizadas en la industria agropecuaria, alimenticia, farmacológica o cosmética
Clorofíceas (algas verdes): Fueron las antecesoras de los vegetales terrestres, y aunque se pueden ver en todos los ambientes, el 90% de estas especies se encuentra en agua dulce.
Su tamaño es variable: algunas, como el alga azul-verdosa del género Spirulina, son microscópicas, es decir, forman filamentos que miden milésimas de milímetros; en cambio, existen otras, gigantes, que llegan a medir hasta 60 metros, como el alga parda llamada “sargazo gigante” (Macrocystis).Algunas, forman verdaderos mantos que generalmente tapizan las costas rocosas. En las costas de península existen gran cantidad de algas pardas, denominadas “cachiyuyo” que cubren amplias extensiones.
Los géneros más comunes que habitan esta zona del Atlántico son Ulva, Enteromorfha, Lessonia, Macrocystis y muchos otros. En zona costeras marinas crecen pastos que se adaptaron al agua salada e incluso se ven a veces cubiertos por agua, siendo las especies de los géneros Spartina y Salicornia las más conspicuas.
En la zona comprendida entre los límites de la alta y baja marea, llamado piso mesolitoral, habitan algas de tamaño reducido, por debajo del límite inferior, llamado piso infralitoral, se desarrollan, por el contrario, algas de gran tamaño como el mencionado cachiyuyo( Macrocystis periferia), que se extienden hasta los 30 o más metros de profundidad. Y en el límite superior del piso mesolitoral comienza el suprelitoral que incluye toda la zona costera muy próxima al comienzo del agua en pleamar y más alejada en bajamar. Las algas se fijan generalmente en las rocas del fondo marino pero no descartan utilizar como bases de asentamiento a valvas de caracoles, de bivalvos, cangrejos u otras macroalgas (De la Vega, 2000). Los géneros más comunes que habitan esta zona del Atlántico son Ulva, Enteromorfha, Lessonia, Macrocystis y muchos otros. En zona costeras marinas crecen pastos que se adaptaron al agua salada e incluso se ven a veces cubiertos por agua, siendo las especies de los géneros Spartina y Salicornia las más conspicuas.